martes, 28 de junio de 2011

historia de charles darwin

Charles Darwin es sin duda alguna una de las personalidades que más han representado para el avance de la ciencia en la historia de la Humanidad, sus estudios sobre la Evolución y sobre todo, el descubrimiento de la Selección Natural, marcó el nuevo rumbo de la Biología.

Nació en Shrewsbury, Shropshire el 12 de febrero de 1809 en el seno de una familia acomodada de la Inglaterra Victoriana, era hijo de un médico prestigioso, nieto por parte de padre del también médico y Naturalista Erasmus Darwin, y por parte de madre del famoso fabricante de porcelanas Josiah Wedgwood.

Tras un mediocre paso por los estudios elementales, en 1825 comenzó a estudiar medicina en Edimburgo para continuar la saga familiar, que abandonó en 1827 para ingresar en Cambridge y cursar estudios de sacerdocio, aunque tampoco esta era su vocación. Pero allí tuvo la oportunidad de acudir a interesantes disertaciones científicas que realmente le motivaron, y que aprovechó para conocer a importantes personalidades en el mundo de la ciencia, como el geólogo Adam Sedgwick que le enseñó a aplicar una metodología científica en el análisis de los hechos y al naturalista John Stevens Henslow, profesor de botánica del que aprendió a tomar datos de sus observaciones y recolectar muestras de forma detallada.

Tras acabar sus estudios en 1831 a los 22 años, obtuvo por mediación de Henslow el puesto de naturalista sin sueldo en el barco de reconocimiento HMS Beagle, que iniciaba una expedición científica alrededor del mundo. Aunque a su familia no le gusto mucho la idea, el joven Darwin se encontraba entusiasmado. Se hizo con el mayor número de instrumentos científicos y libros que pudo recopilar y subió a bordo, entre sus libros de cabecera se encontraba Principios de Geología de Charles Lyell, texto que le había impresionado.

Durante el viaje, que duró cinco años pasó muchas penalidades, continuos mareos y enfermedades que le afectaron a su salud para toda la vida, pero esto no fue obstáculo para que a su regreso hubiera recopilado una cantidad inmensa de datos y anotaciones sobre geografía, geología, botánica y zoología, así como un gran número de muestras.


A su vuelta a Inglaterra se casó con su prima Emma Wedgwood, y tras unos años en Londres se trasladó a Down, un lugar tranquilo próximo al mar, donde se dedicó de lleno a la labor de analizar la desbordante cantidad de notas que trajo consigo, de las que obtendría información suficiente para escribir varios libros. Había encontrado el rumbo de su vida.

Publicó parte de la información recogida en forma de varios libros, y aunque estaba muy bien explicar como se comportaban los animales y que aspecto tenían las plantas de remotos lugares del globo, a él le interesaba mucho más el significado de todo aquello que había visto, el cómo y el por qué.

Fue anotando sus observaciones sobre las variaciones hereditarias en sus "Cuadernos sobre la transmutación de las especies", pero cuando leyó el libro "Ensayo sobre el principio de población" del clérigo y economista político Thomas Robert Malthus, fue el momento en el que encontró la respuesta que buscaba.

Las ideas de Malthus sobre el equilibrio de las poblaciones humanas le dieron la pista sobre el mecanismo que rige el fenómeno evolutivo: la Selección Natural, que se basa en la supervivencia de los más aptos.

En 1838 Darwin ya había perfilado su teoría de la evolución, pero consciente de las repercusiones que iba a causar y del rechazo que ocasionaría su publicación en la conservadora sociedad victoriana, decidió demorarla y continuar su perfeccionamiento añadiendo ocasionalmente nuevos datos.

No fue hasta que en 1858 recibió una carta del también naturalista Alfred Russel Wallace, que le hizo cambiar de opinión.

A.R. Wallace tras sus viajes por América del sur, Océano Índico y Pacífico Sur había llegado de forma independiente al mecanismo de la Selección natural como motor de la evolución. Había conocido a Darwin en una ocasión en 1848 antes de partir en su viaje, era consciente de su prestigio como naturalista experto y en alguna ocasión había cruzado correspondencia con él sobre cuestiones de la permanencia y mutación de las especies. Por este motivo, junto a la carta le envió su corto ensayo "Sobre la tendencia de las variedades a apartarse indefinidamente del tipo original", pidiéndole que lo leyera y que si lo consideraba interesante se lo hiciera llegar a Charles Lyell.

Wallace no era consciente que Darwin hubiera descubierto la Selección natural con anterioridad, ni del grado de prioridad que tendría la publicación de su ensayo sobre el trabajo de toda la vida de Darwin. Esta circunstancia causó una profunda conmoción en Darwin, que no sabía como actuar sin quedar como deshonesto, llegando a escribir "Preferiría quemar mi libro entero antes que él pensara que he obrado indignamente".


Fueron sus amigos Charles Lyell y Joseph Hooker, conocedores de sus trabajos, y que durante muchos años le habían incitado a publicarlos los que organizaron en julio de 1858 un acto en la Linnean Society de Londres, en el que se leyó una memoria conjunta de Darwin y Wallace que posteriormente se publicó en el diario de la Sociedad.

Darwin y Wallace mantuvieron toda su vida una mutua y generosa relación, reconociendo siempre Wallace a Darwin como primer descubridor del mecanismo de la Selección Natural.

"El Origen de las especies por selección natural" se puso a la venta el 24 de noviembre de 1859, agotándose ese mismo día, en enero de 1860 salió la segunda edición, llegando a seis ediciones en vida de Darwin. Desde entonces no ha dejado de editarse siendo traducido a más de treinta idiomas. Su publicación constituía una revolución científica similar a las que causaron Galileo, Copérnico y Newton en su momento, y además como Darwin preveía causó una auténtica conmoción en la conservadora sociedad británica del siglo XIX, que lo consideraba como una herejía. Por ello recibió los más feroces e insultantes ataques a su persona durante el resto de su vida.

La importancia del "Origen de las especies" en la biología moderna ha eclipsado el resto de la obra de Darwin, y no por eso es menos importante o extensa. Una vez concluyó su obra cumbre, continuó escribiendo de forma metódica profundizando en el tema evolutivo. En 1862 publicó un libro sobre "Fertilización de las orquídeas", en 1868 "Variación de animales y plantas bajo domesticación", en 1871 "El origen del hombre", en 1872 "La expresión de las emociones en el hombre y los animales", en 1875 "Las plantas insectívoras" y "Sobre los movimientos y costumbres de las plantas trepadoras", en 1876, "Los efectos de la autofertilización y de la fertilización cruzada en el reino vegetal", en 1877 "Las diferentes formas de las flores", en 1879 "Vida de Erasmus Darwin", en 1880 "El poder del movimiento de las plantas" y por último en 1881 publica "La formación del mantillo vegetal por la acción de las lombrices", y con anterioridad al "Origen de las especies" ya había escrito en 1839 "Diario de investigaciones" sobre su viaje en el Beagle, en 1842 "Estructura y distribución de los arrecifes de coral", en 1846 "Observaciones Geológicas en América del sur", en 1851 un primer volumen de "Monografía sobre los Cirrípedos", en 1852 un segundo volumen sobre los cirrípedos. Como se puede apreciar realizó una fructífera labor de escritor sobre temas de historia natural desde geología a antropología, pasando por botánica y zoología.

Hacia 1877 a pesar de la oposición de algunos sectores reaccionarios de la sociedad, la teoría de la Evolución por medio de la selección natural había conseguido la aceptación por la mayoría de la comunidad científica, que empezó a reconocérselo públicamente y a concederle los honores durante tanto tiempo negados, obteniendo distinciones, medallas, títulos, y su pertenencia a las más ilustres sociedades de la época, hasta que apenas quedó alguna recompensa científica que no hubiese conseguido.

El día 19 de abril de 1882 Darwin falleció de un colapso cardiaco en su casa de Down, recibiendo sepultura en la nave norte de la catedral de Westminster, junto a la tumba de Newton, su entierro se celebró con todos los honores de un héroe nacional el 26 de abril, siendo portado su féretro por miembros de la cámara de los comunes, el presidente de la Royal Society, el embajador de EE.UU., varios nobles, y sus amigos Hooker, Huxley y Wallace.

focilizacion

Cuando un organismo muere, sus restos se descomponen y disgregan rápidamente por la acción de las bacterias, otros animales, el viento, la lluvia, o las olas del mar. Pero si ese cadaver es enterrado en poco tiempo por los sedimentos, y se ve a salvo de la intervención de los agentes biológicos y mecánicos crecen mucho las posiblidades de que fosilice. Obviamente es mucho más sencillo que lo hagan las partes duras como conchas y huesos, que las partes blandas como los músculos y vísceras que a pesar de su enterramiento siguen expuestos a la acción de las bacterias. Todo depende de lo hermético que sea el envoltorio protector que rodea al organismo. En casos excepcionales también se conservan esas partes blandas, y se han encontrado insectos esquisitamente preservados en ámbar, que es resina fósil de árboles, vertebrados en minas de asfalto, o mamuts congelados en la turba de Siberia.



Salvo esas raras excepciones, el proceso de fosilización comienza a partir de la desaparición de las partes blandas y el relleno de los huecos por el sedimento circundante. En ese momento empiezan a producirse una serie de transformaciones químicas que poco a poco van sustituyendo los compuestos orgánicos de esos restos por minerales.

Esta transformación depende de la composición química del hueso o concha, y de la del sedimento que lo contiene, si esta combinación es favorable, la sustitución se realizará molécula a molécula, durante un largo, muy largo período de tiempo, hasta que el organismo esté completamente mineralizado, es decir, convertido en piedra.

Si por causa de la erosión, o por la acción del hombre la roca que lo contiene queda expuesta en la superficie, estará sometida a los procesos erosivos a los que se ve sometido el relieve, y se destruirá en un tiempo más o menos corto. Ahora, si es recogido racionalmente, teniendo en consideración que no es solo una bonita piedra para poner encima del televisor, sino que es una fuente de información sobre la vida pasada, tendremos una joya de la naturaleza llamada fósil.

bosque humedo

Este ecosistema es famoso por su exhuberancia y por poseer una de las mayores diversidades de plantas y animales en el mundo.
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Precipitación anual: Entre 1800 mm y 900 mm.
Temperatura pro medio anual: 18ºc a 25ºc.
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Vegetación
Hay una menor proporción de árboles cadacifolios que en el bosques seco tropical. Se encuentra especies representativas como :Ceiba, higueras, caucho, y Ceiba bonga. Se encuentra una gran variedad de helechos. También son características las plantas heliconeaceas como el platanillo. El dosel normalmente está formado por árboles altos, de 25 a 35 m de altura; los árboles emergentes gigantes superan los 50 m de altura.
Distribución en el país




Ampliamente extendido por las llanuras de la Amazonía y por la región Pacífica (Chocó biogeográfico.) Antiguamente, los bosques húmedos tropicales también eran extensos en las laderas bajas de las cordilleras andinas y de la Sierra Nevada de Santa Marta, por debajo de 1000 m.s.n.m. y a lo largo del río Magdalena y otros ríos de la región Caribe. Sin embargo, gran parte de estos bosques ha sido eliminada por los seres humanos y ahora sólo se encuentran como pequeños fragmentos dispersos en zonas de potreros.
Flora
El bosque húmedo tropical alberga una enorme diversidad de flora. En la mayor parte de los casos, no se encuentran especies de árboles dominantes. Más bien, los ejemplares de cada especie se encuentran muy dispersos por el bosque y un sorprendente número de especies de árboles pueden crecer juntas: se ha calculado que en los bosques húmedos más diversos del mundo, una sola hectárea de terreno puede albergar hasta 280 especies de árboles. Para poner esto en perspectiva, mencionemos que en toda Europa hay sólo unas 100 especies de árboles nativos.
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A pesar de esta heterogeneidad a nivel de especie, el bosque húmedo tropical tiene una composición muy clara a nivel de familias de plantas. Las Leguminosas (familia de los guamos, chochos y fríjoles) son la familia más diversa de árboles en la mayor parte de los bosques húmedos. Otras familias dominantes de árboles son las Moráceas (familia de los higuerones), Anonáceas (familia de los guanábanos), Rubiáceas (familia del cafeto), Miristicáceas (familia de la nuez moscada), Sapotáceas (familia del árbol del chicle), Meliáceas (familia de la caoba), Arecáceas (familia de las palmas), Euforbiáceas (familia del árbol del caucho) y Bignoniáceas (familia de los guayacanes o chicaláes.) (Gentry 1990.)
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En el sotobosque son muy evidentes varios tipos de hierbas gigantes con grandes hojas, como los platanillos (Heliconia), bihaos (Calathea.), cañagrias (Costus) y anturios y afines (Araceae.) También abundan en este estrato diversas especies de arbustos de las familias Rubiaceae (familia del cafeto), Melastomataceae (familia de los sietecueros) y Piperaceae (familia de los cordoncillos y la pimienta.) En lo alto de los árboles abundan las plantas epífitas, como las bromeliáceas y orquídeas.
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Los troncos de muchos árboles del bosque húmedo tienen contrafuertes muy notorios, también conocidos como bambas, combas o raíces tablares. Aunque su función no se ha determinado satisfactoriamente, parece que ayudan a sostener a los árboles que crecen sobre suelos poco profundos. Otra característica notoria de los bosques húmedos tropicales es que el tamaño relativamente grande de las hojas de muchos árboles, en comparación con las hojas pequeñas que predominan en climas más fríos. Para terminar, mencionemos la abundancia de lianas de gran tamaño, que contribuyen con su presencia al aspecto característico de los bosques húmedos.
Fauna
El bosque húmedo tropical alberga innumerables especies de animales, sobre todo especies de tamaño relativamente pequeño. Gran parte de las especies presentes pueden trepar o volar, lo que les permite refugiarse en los árboles y aprovechar los nichos y recursos que están disponibles en ellos.
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Muchos animales del bosque húmedo adoptan coloraciones de advertencia, que le señalan a sus enemigos que son venenosos o de mal sabor. Otros animales, en particular entre los insectos, suelen copiar los diseños de las especies venenosas, para que los depredadores no los molesten. Otros simplemente tienen coloraciones y diseños que se confunden con su entorno, permitiéndoles pasar desapercibidos. Este conjunto de fenómenos es conocido como mimetismo y encuentra su máximo desarrollo en el bosque húmedo tropical.
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Este ecosistema es la tierra de los insectos más grandes y vistosos, incluyendo varias especies de mariposas, escarabajos, cucarachas, mantis, etc. Otros invertebrados también alcanzan aquí gran tamaño, por ejemplo, los milpiés y ciempiés, los alacranes, las tarántulas, los Amblypygidae y algunas lombrices de la familia Glossoscolecidae.
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El monótono canto de las chicharras (Cicadidae) contribuye a ambientar el bosque día y noche. Las hormigas son muy comunes y se encuentran muy diversificadas: incluyen especies tan vistosas como las hormigas arrieras o cortahojas (Attini) y las carnívoras hormigas legionarias (Ecitoninae.) Las abejas silvestres contribuyen a la polinización de muchas especies de plantas en todos los estratos del bosque. Y las mariposas alcanzan gran belleza y diversidad, destacándose las brillantes Morpho azules, las Agrias del dosel del bosque y especies de Heliconiinae, Ithomiinae, Papilionidae y Riodininae.
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En las charcas, quebradas y ríos que atraviesan el bosque habita una sorprendente cantidad de peces, predominando las especies de los órdenes Characiformes (peces “normales”, con escamas) y Siluriformes (bagres y afines); en estos lugares también se observan cangrejos de agua dulce de las familias Trichodactylidae y Pseudothelphusidae.
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Los anfibios son diversos; sobresalen las ranas y sapos, con muchas especies que son activas durante el día. Entre las más vistosas están las ranas venenosas (Dendrobatidae), que, con sus brillantes colores, advierten a los depredadores de las mortales toxinas que secreta su piel. Otros grupos importantes de anfibios son las ranas terrestres (Leptodactylidae), las ranas arborícolas (Hylidae), las ranas de cristal (Centrolenidae) y los sapos (Bufonidae), además de las cecilias (Caeciliaidae), que parecen grandes lombrices y viven enterradas en el suelo o bajo piedras y algunas especies de salamandras (Bolitoglossa) que se encuentran en la región Pacífica y laderas bajas de los Andes.
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Los reptiles son igualmente diversos, sobresaliendo numerosas especies de serpientes, algunas de ellas muy venenosas como por ejemplo las mapanás y otras especies de la familia Viperidae y las corales (Micrurus). Los lagartos son abundantes y van desde diminutos gecos de costumbres nocturnas hasta las grandes iguanas que se asolean junto a los cursos de agua. También hay varias especies de tortugas, babillas y caimanes.
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Entre las aves destacan especies grandes y muy ornamentales como guacamayas, loros y tucanes, habitantes del dosel del bosque. Las grandes águilas arpía (Harpia harpyja) y miquera (Morphnus guianensis) patrullan silenciosamente el dosel, donde son los depredadores de mayor tamaño. En el piso y en los árboles se mueven diversas especies de paujiles y pavas de monte (Cracidae). Además de estas y otras especies de gran tamaño, en el bosque húmedo tropical habitan cientos de especies de aves pequeñas, sobresaliendo por su diversidad los atrapamoscas (Tyrannidae), los hormigueros (Thamnophilidae), las tangaras (Thraupidae) y los colibríes (Trochilidae.)
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Más de la mitad de las especies de mamíferos presentes en una determinada localidad de bosque húmedo tropical pueden ser murciélagos y estos constituyen el grupo más importante de mamíferos de este ecosistema. Los murciélagos vampiros son minoría: hay 3 especies y de estas sólo una puede morder a los seres humanos. La inmensa mayoría de murciélagos se alimentan, según las especies, de insectos, frutos, peces, ranas y otros animales.
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Sobresalen los mamíferos trepadores, representados por animales como los monos, perezosos, martejas (Potos flavus), puerco espines, ardillas y varios marsupiales (chuchas o faras). En tierra habitan el jaguar, el puma, las dantas (Tapirus) y los saínos (Pecari tajacu, Tayassu pecari), además de varias especies de roedores, incluyendo ratas y ratones, ñeques (Dasyprocta) y guaguas (Agouti paca.)
Conservación
Existe, a nivel mundial, una gran preocupación por el futuro de los bosques húmedos tropicales. Pues, a la vez que estos albergan una gran proporción de la biodiversidad mundial, están siendo arrasados en todo el planeta, víctimas de la tala, la quema, la ganadería, la industrialización y la urbanización generadas por los seres humanos. Se estima que en Colombia, cada año se talan más de 47.000 hectáreas de bosque. En total, entre 1990 y el 2005, Colombia perdió 711.000 hectáreas de bosques (http://rainforests.mongabay.com/deforestation/2000/Colombia.htm, consultado en Abril de 2007.) De esta manera, desde la Colonia, ya se han destruido más de la cuarta parte de los bosques del país.
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Los bosques húmedos tropicales tienen atrapada una gran cantidad de carbono en sus tejidos vivos. La tala y quema de estos bosques ha ocasionado la liberación de este elemento en forma de dióxido de carbono, gas causante de la mayor parte del efecto de invernadero que está aumentando la temperatura en la tierra, derritiendo el hielo de los polos y los glaciares y haciendo que los océanos suban de nivel, inundando poco a poco las costas.
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La conservación de los bosques húmedos tropicales es esencial para asegurar la diversidad de especies de fauna y flora del mundo, nuestra futura despensa de productos naturales y medicinas. Asimismo, es esencial para regular el clima de nuestro planeta. Motivos de sobra para que cuidemos el “monte”. Y para que veamos y visitemos con aprecio las reservas de bosque húmedo tropical.

vaca marina de steller extinta por el ser humano

Hace 233 años desapareció de la faz de la Tierra la llamada vaca marina de Steller, la mayor especie del orden de los sirenios -un grupo de mamíferos marinos que comprende a los manatíes y al dugong. Lamentablemente, la extinción le llegó a sólo 27 años de su hallazgo por el hombre, quien en corto tiempo selló su destino.
Corría noviembre de 1741 cuando el bergantín ruso Saint Peter que conducía expedicionarios comandados por Vitus Bering -un navegante danés al servicio de Rusia- naufragó entre la Península de Kamchatka y las islas Aleutianas. Con gran dificultad lograron alcanzar una isla que no figuraba en los mapas de navegación y más tarde denominada isla Bering, perteneciente al archipiélago de las Commander -por el comandante que las descubrió. A poco de alcanzar tierra, los maltrechos sobrevivientes -entre los que se encontraba el naturalista alemán Georg Wilhelm Steller como jefe científico- descubrieron gran cantidad de vida salvaje, entre la que se encontraba un enorme animal de nadar lento, que flotaba fácilmente y se acercaba mucho a la línea costera o llegaba a la playa con la marea alta. Se lo veía en pequeños grupos.


Un miembro de la tripulación del St. Peter -Sven Waxell- hizo el único dibujo que existe de la época del descubrimiento de la vaca marina, citada con la letra A.

Tenía una cabeza pequeña con relación al resto del cuerpo -la décima parte del largo total- seguida por un cuello corto y un tronco robusto. Su piel oscura era áspera y gruesa como la corteza de los árboles y le permitía soportar el embate de las olas en las aguas bajas que frecuentaba. Se impulsaba con su aleta caudal -una cola aplanada con una muesca central. Pero, sin duda, el rasgo más distintivo resultaba ser la terminación roma de sus aletas pectorales -similares a un miembro amputado carente de falanges-, las que eran usadas para apartarse de las rocas o para ayudar a conducir la comida a la boca junto con sus labios. No tenía dientes funcionales, a diferencia de manatíes y dugongos. En su lugar aparecían unas placas córneas con las que trituraba las algas del género Macrocystis o kelp que constituían su alimento. No parecían bucear por mucho tiempo -alrededor de 5 minutos promedio- y debían salir a la superficie a respirar.

El largo máximo habría sido de 10 metros y su peso estimado entre las 4 y 10 toneladas, con lo cual se constituía en el mayor de todos los sirenios. Se la nombró científicamente Hidrodamalis gigas que significa "joven vaca gigante de agua". Su nombre común se le dio por su descubridor, Steller.

Al analizarlos internamente encontraron que sus pulmones eran grandes y el aparato digestivo estaba especializado, como se ve en los rumiantes. Bajo la piel se extendía una capa de grasa, con 7 a 10 cm de profundidad, como protección contra el frío y quizás reserva de energía. Durante el invierno, cuando el alimento escaseaba, el cuerpo de las vacas marinas se transformaba -consumían su grasa-, pudiéndose notar las costillas. Su cráneo difería del de los sirenios, ya que la parte superior -rostro- estaba levemente dirigido hacia arriba, posiblemente como adaptación para alimentarse de las partes superiores de los kelps que crecían hasta gran altura y a las que estos animales accedían fácilmente dada su gran flotabilidad.

Steller pudo observar, también, el comportamiento reproductivo de estos mamíferos marinos, aunque no un ciclo reproductivo completo, debido al corto tiempo que permanecieron en la isla -sólo 10 meses. Según consta en los escritos del científico, se apareaban en la primavera después de un cortejo largo y complejo y parecían ser monógamas. Al nacer la única cría, supuestamente en otoño, era asistida celosamente por los adultos.

Para mal de estos animales, diversas circunstancias las convirtieron en presa fácil de los hombres: eran abundantes en aguas bajas, se movían lentamente y mostraban el dorso al flotar en superficie cuando descansaban o comían, actividad esta última a la que dedicaban gran parte de su tiempo, sin prestar atención a lo que ocurría alrededor. Así, los sobrevivientes del barco ruso hundido las eligieron como alimento por su carne, a la cual encontraron tan sabrosa como el bife, una indispensable fuente de proteínas. Aún su grasa, decían, olía y gustaba como el aceite de almendras. También su gruesa piel tuvo uso: sirvió como cuero para cubrir los botes o hacer suelas para zapatos.

Fueron cazadas con ganchos de hierro sujetos a una larga soga para arrastrarlas luego a tierra donde eran descuartizadas. Un hecho asombraba a aquellos hombres: se veía un comportamiento de ayuda -epimelético- entre las vacas marinas de todas las edades, sobre todo cuando una de ellas era arponeada y los demás animales permanecían cerca o, más aún, intentaban liberarla.

Al año siguiente al hundimiento, la tripulación del Saint Peter consiguió armar con los restos de éste una pequeña embarcación. Bering murió en la isla, pero sus hombres regresaron a Kamchatka -su lugar de origen- donde contaron sobre la abundancia encontrada, incluyendo la de vacas marinas. Fue así como viajes posteriores de exploradores o cazadores fijaban en las islas paradas de abastecimiento o elegían pasar allí el crudo invierno, antes de continuar hacia un destino más lejano.



Al agotarse en las aguas de la isla Copper en 1754, continuaron explotándose en la de Bering hasta 1768, año en que la última vaca marina fue avistada. Lamentablemente, no existen esqueletos completos conservados.

A diferencia de los demás sirenios que se encuentran en aguas tropicales o subtropicales, estos animales se hallaban en las aguas frías costeras, aunque en épocas remotas habrían habitado las frías aguas de Pacífico norte -desde Japón a Baja California- según consignan los restos fósiles allí encontrados. Su gran superficie corporal con relación al volumen, y una gruesa piel y grasa para conservar el calor fueron las adaptaciones favorables a dicho hábitat.

En 1754, un ingeniero en minas enviado a la isla Copper en busca de cobre alertó acerca de la desaparición de las vacas marinas de Steller en esa isla y al año siguiente efectuó una petición formal ante las autoridades para que dejaran de ser cazadas. Sin embargo, fue desoído.

La pequeña población de vacas marinas habría sido de 2.000 individuos, según cálculos del naturalista Stejneger -biógrafo de Steller. Este hecho, junto a un reducido rango de distribución y una baja tasa de reproducción, fueron algunos de los factores que coadyuvaron a su extinción. Pero, sin duda, el proceso se aceleró al interponerse en su camino una especie clave: el Homo sapiens, quien cazándolas intensivamente privó a su descendencia de la posibilidad de conocer y compartir el mundo con tan sorprendente mamífero marino. Una experiencia para no repetir.
Hace 233 años desapareció de la faz de la Tierra la llamada vaca marina de Steller, la mayor especie del orden de los sirenios -un grupo de mamíferos marinos que comprende a los manatíes y al dugong. Lamentablemente, la extinción le llegó a sólo 27 años de su hallazgo por el hombre, quien en corto tiempo selló su destino.
Corría noviembre de 1741 cuando el bergantín ruso Saint Peter que conducía expedicionarios comandados por Vitus Bering -un navegante danés al servicio de Rusia- naufragó entre la Península de Kamchatka y las islas Aleutianas. Con gran dificultad lograron alcanzar una isla que no figuraba en los mapas de navegación y más tarde denominada isla Bering, perteneciente al archipiélago de las Commander -por el comandante que las descubrió. A poco de alcanzar tierra, los maltrechos sobrevivientes -entre los que se encontraba el naturalista alemán Georg Wilhelm Steller como jefe científico- descubrieron gran cantidad de vida salvaje, entre la que se encontraba un enorme animal de nadar lento, que flotaba fácilmente y se acercaba mucho a la línea costera o llegaba a la playa con la marea alta. Se lo veía en pequeños grupos.


Un miembro de la tripulación del St. Peter -Sven Waxell- hizo el único dibujo que existe de la época del descubrimiento de la vaca marina, citada con la letra A.

Tenía una cabeza pequeña con relación al resto del cuerpo -la décima parte del largo total- seguida por un cuello corto y un tronco robusto. Su piel oscura era áspera y gruesa como la corteza de los árboles y le permitía soportar el embate de las olas en las aguas bajas que frecuentaba. Se impulsaba con su aleta caudal -una cola aplanada con una muesca central. Pero, sin duda, el rasgo más distintivo resultaba ser la terminación roma de sus aletas pectorales -similares a un miembro amputado carente de falanges-, las que eran usadas para apartarse de las rocas o para ayudar a conducir la comida a la boca junto con sus labios. No tenía dientes funcionales, a diferencia de manatíes y dugongos. En su lugar aparecían unas placas córneas con las que trituraba las algas del género Macrocystis o kelp que constituían su alimento. No parecían bucear por mucho tiempo -alrededor de 5 minutos promedio- y debían salir a la superficie a respirar.

El largo máximo habría sido de 10 metros y su peso estimado entre las 4 y 10 toneladas, con lo cual se constituía en el mayor de todos los sirenios. Se la nombró científicamente Hidrodamalis gigas que significa "joven vaca gigante de agua". Su nombre común se le dio por su descubridor, Steller.

Al analizarlos internamente encontraron que sus pulmones eran grandes y el aparato digestivo estaba especializado, como se ve en los rumiantes. Bajo la piel se extendía una capa de grasa, con 7 a 10 cm de profundidad, como protección contra el frío y quizás reserva de energía. Durante el invierno, cuando el alimento escaseaba, el cuerpo de las vacas marinas se transformaba -consumían su grasa-, pudiéndose notar las costillas. Su cráneo difería del de los sirenios, ya que la parte superior -rostro- estaba levemente dirigido hacia arriba, posiblemente como adaptación para alimentarse de las partes superiores de los kelps que crecían hasta gran altura y a las que estos animales accedían fácilmente dada su gran flotabilidad.

Steller pudo observar, también, el comportamiento reproductivo de estos mamíferos marinos, aunque no un ciclo reproductivo completo, debido al corto tiempo que permanecieron en la isla -sólo 10 meses. Según consta en los escritos del científico, se apareaban en la primavera después de un cortejo largo y complejo y parecían ser monógamas. Al nacer la única cría, supuestamente en otoño, era asistida celosamente por los adultos.

Para mal de estos animales, diversas circunstancias las convirtieron en presa fácil de los hombres: eran abundantes en aguas bajas, se movían lentamente y mostraban el dorso al flotar en superficie cuando descansaban o comían, actividad esta última a la que dedicaban gran parte de su tiempo, sin prestar atención a lo que ocurría alrededor. Así, los sobrevivientes del barco ruso hundido las eligieron como alimento por su carne, a la cual encontraron tan sabrosa como el bife, una indispensable fuente de proteínas. Aún su grasa, decían, olía y gustaba como el aceite de almendras. También su gruesa piel tuvo uso: sirvió como cuero para cubrir los botes o hacer suelas para zapatos.

Fueron cazadas con ganchos de hierro sujetos a una larga soga para arrastrarlas luego a tierra donde eran descuartizadas. Un hecho asombraba a aquellos hombres: se veía un comportamiento de ayuda -epimelético- entre las vacas marinas de todas las edades, sobre todo cuando una de ellas era arponeada y los demás animales permanecían cerca o, más aún, intentaban liberarla.

Al año siguiente al hundimiento, la tripulación del Saint Peter consiguió armar con los restos de éste una pequeña embarcación. Bering murió en la isla, pero sus hombres regresaron a Kamchatka -su lugar de origen- donde contaron sobre la abundancia encontrada, incluyendo la de vacas marinas. Fue así como viajes posteriores de exploradores o cazadores fijaban en las islas paradas de abastecimiento o elegían pasar allí el crudo invierno, antes de continuar hacia un destino más lejano.




Al agotarse en las aguas de la isla Copper en 1754, continuaron explotándose en la de Bering hasta 1768, año en que la última vaca marina fue avistada. Lamentablemente, no existen esqueletos completos conservados.

A diferencia de los demás sirenios que se encuentran en aguas tropicales o subtropicales, estos animales se hallaban en las aguas frías costeras, aunque en épocas remotas habrían habitado las frías aguas de Pacífico norte -desde Japón a Baja California- según consignan los restos fósiles allí encontrados. Su gran superficie corporal con relación al volumen, y una gruesa piel y grasa para conservar el calor fueron las adaptaciones favorables a dicho hábitat.

En 1754, un ingeniero en minas enviado a la isla Copper en busca de cobre alertó acerca de la desaparición de las vacas marinas de Steller en esa isla y al año siguiente efectuó una petición formal ante las autoridades para que dejaran de ser cazadas. Sin embargo, fue desoído.

La pequeña población de vacas marinas habría sido de 2.000 individuos, según cálculos del naturalista Stejneger -biógrafo de Steller. Este hecho, junto a un reducido rango de distribución y una baja tasa de reproducción, fueron algunos de los factores que coadyuvaron a su extinción. Pero, sin duda, el proceso se aceleró al interponerse en su camino una especie clave: el Homo sapiens, quien cazándolas intensivamente privó a su descendencia de la posibilidad de conocer y compartir el mundo con tan sorprendente mamífero marino. Una experiencia para no repetir.

domingo, 26 de junio de 2011

salvemos al mundo

yo me intereso mucho por los animales soy costarricense mi sueño es algun dia hacer un tipo de reserva y traer animales de todo tipo para lograr mi sueño necesito ayuda si esta interesado en los aimales como yo dime y intentaremos hacer realidad el sueño de muchas persona y el mio y darle una ayuda a nuestro planeta por favor si estas interesado ayudame

felinos de costa rica

Los felinos o gatos silvestres pertenecen al orden de los carnívoros, al que también pertenecen los cánidos, los prociónidos, los mustélidos, etcétera). En comparación con otros mamíferos, los carnívoros tienen el intestino corto y una dentadura adaptada para cazar presas y triturarlas. Los gatos silvestres pertenecen a la familia Felidae, y para Costa Rica se han descrito seis especies de felinos pertenecientes a cuatro géneros diferentes: el jaguar (Panthera onca), el manigordo (Leopardus pardalis), el caucel (L. wiedii), el tigrillo (L. tigrina), el puma (Puma concolor) y el león breñero (Herpailurus yaguarondi). Las primeras cuatro especies son animales con manchas en el cuerpo, mientras que las últimas dos son de un solo color, sin manchas. Todas las especies de felinos en Costa Rica están consideradas en peligro de extinción, principalmente por la destrucción de sus hábitats y por la cacería de que son objeto por ser consideradas especies plaga en algunos casos. A continuación damos una descripción de cada especie y de su estado de conservación.

Puma

El puma o león de montaña es un felino que puede llegar a pesar 65 k en Costa Rica. Se distribuye desde Canadá hasta el sur de Argentina y Chile. En Costa Rica es común en casi todas las áreas protegidas con más de 10.000 ha de extensión (Guanacaste, Tortuguero, La Amistad, Tapantí, Corcovado). Es un animal de hábitos terrestres y solitario. Se alimenta de gran variedad de animales, entre los que destacan el venado cola blanca (Odocoileus virginianus) y el cabro de monte (Mazama americana). Algunas veces es considerado una especie plaga por el daño que causa en fincas aledañas a áreas protegidas en el ganado vacuno y porcino. En Estados Unidos se han reportado ataques a seres humanos en áreas silvestres. En el Parque Nacional Corcovado a medianoche, hace unos años, un puma atacó a un estudiantes nuestro que estaba tomando datos de radiotelemetría a dantas, mas no le causó heridas de consideración.

León breñero

Es un felino de tamaño mediano que se distribuye desde el sur de Estados Unidos hasta el norte de Argentina. Su coloración puede tener tres tonalidades: negro, café rojizo y gris. Son los felinos que más se adaptan a los hábitats alterados en el Neotrópico. Son principalmente diurnos y solitarios. Se alimentan de pequeños mamíferos y aves. La gente a veces los confunde con el tolomuco (Eira barbara) que también es negro. Equivocadamente algunas personas le llaman pantera debido al color negro de algunos individuos. Muchas veces se convierte en un animal plaga, pues ataca gallineros en busca de alimento.

Tigrillo

Gato manchado de tamaño pequeño. Se encuentra desde Costa Rica hasta el norte de Argentina. En realidad, su biología es poco conocida, aunque se sabe que se alimenta de ratones de campo y algunas especies de aves. Es una especie rara considerada en peligro de extinción. No se conoce el estado de sus poblaciones silvestres, aunque por su rareza es considerado en peligro de extinción.

Manigordo

Es un gato manchado de tamaño mediano (un poco más grande que un gato casero). Se encuentra desde el sur de Estados Unidos hasta el norte de Argentina. Tiene la peculiaridad de tener manos gruesas, por lo que marca una huella grande a su paso (de ahí el nombre vernáculo de manigordo). Son animales solitarios y se alimentan de mamíferos pequeños y medianos. Algunas veces son considerados animales plaga porque matan gallinas en zonas cercanas a áreas protegidas.

Caucel

Es un felino manchado de tamaño mediano que puede llegar a pesar 5 k. Se encuentra desde el norte de México hasta el norte de Argentina. Son animales solitarios, nocturnos y muy arborícolas. Se alimentan de mamíferos pequeños y aves. Son difíciles de observar y están considerados en peligro de extinción. También atacan gallineros de vez en cuando y son confundidos con el tigrillo por su tamaño y coloración.

Jaguar

El jaguar o tigre es el depredador más grande de la región neotropical (que se extiende desde el sur de México hasta Argentina). Es un animal grande y poderoso y en Costa Rica puede pesar entre 70 y 10 k. Es de color amarillo dorado hasta café arenoso y con rosetas o manchas de color negro y circulares. Su vientre es de color blanco con manchas negras. Originalmente el jaguar se encontraba desde el sur de Estados Unidos hasta el norte de Argentina. Sin embargo, debido a la desaparición de los bosques y a la presión de la cacería, ha desaparecido en lugares como El Salvador y el sur de Estados Unidos. Actualmente el jaguar es considerado un animal en peligro de extinción y con poblaciones reducidas. Trátase de un animal solitario y activo tanto de noche como de día, dependiendo de la actividad que presenten sus presas. Se mueve principalmente en el suelo, aunque sube bien a los árboles y es buen nadador. Acostumbra transitar por senderos y caminos hechos por el hombre. En Costa Rica los jaguares están considerados en peligro de extinción. Actualmente solo se encuentran algunas subpoblaciones en los parques nacionales Tortuguero, La Amistad, Braulio Carrillo, Guanacaste y Corcovado. En algunos estudios realizados por investigadores del Programa Regional en Manejo de Vida Silvestre de la Universidad Nacional se ha determinado que en Costa Rica los jaguares se alimentan principalmente de chanchos de monte y tortugas marinas, aunque pueden consumir cualquier animal que encuentren en su camino. En Costa Rica los jaguares son cazados porque algunas veces matan perros y ganado vacuno y porcino ante la necesidad de alimentarse. Y es que uno de los mayores problemas que tenemos en este momento es la cacería ilegal de especies importantes en la dieta de los jaguares -como el saíno, el tepezcuintle y el chancho de monte-, por lo que ellos carecen del suficiente alimento en las áreas boscosas y las áreas protegidas donde viven y se ven obligados a salir en busca de comida. En muchos casos la cacería ilegal se está dando en los bordes y dentro de las áreas protegidas. Una vez que el jaguar encuentra una vaca, o un chancho doméstico, y lo mata, aprende que se trata de presas fáciles y comienza el problema para los finqueros, que generalmente terminan matando al jaguar. La organización Wildlife Conservation Society desde 1999 tiene un programa de conservación de jaguares en cuatro áreas estratégicas: (1) realizando estudios ecológicos de la especie para permitir su posterior manejo, (2) impulsando estudios genéticos, (3) trabajando con el conflicto jaguar-ganado a través de talleres con expertos en jaguares y ganaderos y (4) desarrollando un currículo de educación ambiental para la región para la conservación del jaguar y sus presas.

Resumiendo, es urgente y necesario comenzar a trabajar para evitar que las poblaciones de jaguares y otros felinos silvestres desaparezcan de los bosques de nuestro país. Esto puede lograrse educando a la gente y evitando la cacería ilegal de animales presas en las áreas protegidas.

especien e peligro de extincion en costa rica

Listado de especies extintas y en peligro de extinción en Costa Rica
Aves
Guacamayo verde mayor Ara ambiguus
Batracios
Sapo dorado Bufo periglenes
Sapo de Perú Atelopus peruensis
Reptiles
Cocodrilo americano Crocodylus acutus
De mar
Manatí de las Indias Occidentales Trichechus manatus latirostris, Trichechus manatus manatus
Felinos
Jaguar Panthera onca
Mamíferos
Tapir Tapirus bairdii
Única imagen disponible de un leopardo de Zanzíbar, y su isla
Animales Extintos 24/01/09

El leopardo de Zanzíbar (Panthera pardus adersi) es un carnívoro del que se conoce bien poco, como viene siendo habitual en muchas de las especies de animales que se extinguen. De hecho, se sabe tan poco de estos leopardos, que muchos lo dan por extinguido, pero tampoco es un dato seguro. Por tanto, su estatus correcto es aún controvertido.


TAXONOMÍA

Con respecto a su clasificación taxonómica, tampoco hay nada claro. Mientras que antes se sugería la existencia de hasta 30 subespecies de leopardos, actualmente se sugieren 8 ó 9. El leopardo de Zanzíbar quedaría agrupado como una variedad diferenciada del leopardo africano (Panthera pardus pardus). Aun así, teniendo en cuenta las limitadas muestras genéticas de las poblaciones africanas de leopardo, esta clasificación también podría variar en un futuro.


CARACTERÍSTICAS

De esta especie se piensa que han evolucionado de forma separada al resto de los leopardos africanos al menos desde el final de la última edad de hielo, cuando la isla se separó de Tanzania debido al aumento del nivel del mar.

El leopardo de Zanzíbar era más pequeño que los leopardos continentales. Esto puede ser una adaptación a vivir en una isla, ya que muchas veces las especies que viven en islas son de menor tamaño, debido al menor espacio y a la menor cantidad de alimento.

Además, llama la atención que era un leopardo con numerosísimas rosetas desintegradas parcialmente en puntos.

A estos leopardos de manera local se les llama ´Chui Konge´. En la misma isla hay otra subespecie llamada ´Chui Kisutu´ que aún es visto de vez en cuando en el sur de Unguja.

La única foto pertenece a un leopardo de Zanzíbar que se encuentra en el Museo de Zanzíbar (foto de Helle V. Goldman y Jon Winther-Hansen, 2003).


HÁBITAT Y ÁREA DE DISTRIBUCIÓN

Este carnívoro era endémico de la la isla Unguja o Zanzíbar. Esta es una isla de Zanzíbar, en Tanzania. Esta isla es de 1.554 km²


HISTORIA Y AMENAZAS

Estos felino estaban ampliamente distribuidos en la isla, especialmente en el sur, este y norte de la misma, hasta que en 1964 John Gideon Okello condujo la Revolución de Zanzibar que derrocó al Sultan Jamshid bin Abdullah, logrando la proclamación de Zanzibar como república. Pero a partir de ese momento, el gobierno tomó la decisión de iniciar una campaña para erradicar al leopardo. Esta fue la única solución que vieron para evitar la matanza ocasional de ganado. Además, existía la creencia rural de que un gran número de carnívoros eran mantenidos y enviados por brujas para perjudicar u hostigar a los aldeanos. Lo cierto es que el crecimiento de los asentamientos humanos y de la agricultura en el siglo XX han sido en gran medida los responsables de los contactos cada vez más frecuentes. El aumento de los conflictos y el temor finalizaron en la idea de que el exterminio era lo mejor. A estos animales llegó a calificárseles de de parásitos. La campaña tuvo, por desgracia, mucho éxito, y muchos fueron asesinados, la mayoría con ayuda de trampas. (Wilson 2005)

Aunque se sabe que murieron muchísimos, no se sabe si acabaron con ellos o no, ni en qué momento. Para aclarar esto se llevaron a cabo estudios a finales de los 90:

-En 1996 se llevaron a cabo estudios acerca de las prácticas locales, las creencias y conocimientos en torno a estos leopardos en la isla de Unguja. Estos datos fueron obtenidos a través de entrevistas con habitantes de las islas y con documentos oficiales (a través, por ejemplo, de registros del Consejo Nacional de Cazadores). La conclusión fue que había informes de avistamientos de leopardos entre 1990 y 1996, y que entre 1985 y 1995 el Consejo Nacional de Cazadores tenía registros documentados de leopardos cazados cada año. Con estos datos se concluyó que hasta por lo menos 1996 habían podido sobrevivir leopardos en esta isla.

- Sin embargo, tras esta ´alegría´ inicial, otros investigadores con la esperanza de encontrar indicios de algún animal pusieron cámaras de trampeo para poder fotografiarlos y grabaron sonido, sin encontrar ninguna evidencia de la existencia de leopardos.


MEDIDAS DE CONSERVACIÓN

No se puso seria atención sobre el leopardo de Zanzíbar hasta mediados de los 90, cuando ya algunas autoridades lo daban por extinguido. Un programa de conservación del leopardo fue elaborado por la Fundación Proyecto de Conservación de la Bahía Jozani - Chwaka, pero duró poco, ya que tras los pesimistas resultados de las cámaras de trampeo y las pocas probabilidades de encontrar ejemplares vivos decidieron abandonar el proyecto en 1997.

Pero por otro lado, otros trabajadores encargados de proteger la vida salvaje se han mantenido más optimistas acerca de la supervivencia del leopardo, y algunos han propuesto hablar con los supuestos poseedores de leopardos para que los den a conocer a cambio de obtener dinero de los visitantes.

Por otro lado, a veces los aldeanos ofrecen a los turistas o investigadores el ver ´leopardos´ domesticados a cambio de dinero, pero hasta ahora no se conoce que se haya visto uno en estas circunstancias de manera creíble.

Aunque seguramente esté extinguida como así se clasifica de manera generalizada, siempre se da un tiempo previsor a una especie por si la situación cambiara, dando lugar a la esperanza de que aparezca algún ejemplar, aunque las posibilidades sean pocas. Así pues, de esta especie se puede decir que se ha llegado a la conclusión de que hay pocas oportunidades de que sobreviva a largo plazo, si es que no se ha extinguido ya, por que en todo caso la cantidad de ejemplares que quedaría sería muy pequeña.


LO QUE NOS QUEDA DEL LEOPARDO DE ZANZÍBAR

La última vez que un investigador alegó en la prensa haber visto a uno de ellos fue en la década de los 80, y poco más se sabe de su existencia.

De su biología y comportamiento no se sabe prácticamente nada ya que se encargaron de darle muerte antes de conocerlo. Además, no se sabe de ninguna foto de un ejemplar vivo.

Con respecto a sus restos, lamentablemente, sólo hay 5 pieles localizadas en museos y un espécimen disecado en el Museo de Historia Natural en Londres. En el Museo de Zanzíbar se perdió gran parte de un ejemplar disecado.

Otra especie que se extingue sin que ni siquiera lleguemos a conocer como viven, como cazan, como sienten... otra especie más a la que extinguimos antes de conocerla. Tan solo la gente del lugar y los que le han dado muerte podrían decirnos algo de estos felinos que sin duda, nos habrían aportado datos curiosos acerca de ellos.


TAXONOMÍA

Reino: ANIMALIA

Filo: CHORDATA

Clase: MAMMALIA

Orden: CARNIVORA

Familia: FELIDAE

Nombre científico del leopardo de Zanzíbar: Panthera pardus adersi

Autor de la especie: (Pocock, 1932)

Nombre común:
Inglés: Zanzibar Leopard
Francés: Léopard du Zanzibar
Ejemplar disecado, esqueleto, huevo y dibujo del alca gigante
Animales Extintos 29/06/09

Estos pingüinos habitaban de manera natural en colonias dispersas por todo el Atlántico Norte hasta el siglo XIX, cuando se extinguió. La última pareja a la que se le dio muerte que se sepa estaba en la Isla Eldey, Islandia, el 5 de junio de 1844. El último ejemplar vivo fue visto en los bancos de Terranova (gran isla en la costa nordeste de Norteamérica) en 1852.


PINGÜINO

A estos pingüinos también se les llama alca imperial, gran pingüino o simplemente pingüino, y es que estos son los verdaderos pingüinos. Posteriormente, los marineros y exploradores de los mares antárticos (en su mayor parte británicos, norteamericanos y escandinavos) comenzaron a llamar también pingüinos a las aves no voladoras del Hemisferio Sur (hasta entonces conocidas como pájaros o patos bobos), debido a su fuerte parecido externo fruto de la convergencia evolutiva. (Un ejemplo lo tenemos en el pingüino de penacho anaranjado (Eudyptes chrysolophus), un ave del hemisferio sur. Actualmente la gente utiliza casi indistintamente este nombre para las aves con similar parecido, aunque no sea lo más correcto.

Una diferencia podría ser que los pingüinos del hemisferio sur tienen las alas más adaptadas a nadar que las alcas, que conservan más la forma de alas de aves comunes. De hecho, aunque el alca gigante no podía volar, estando más adaptado al buceo, el alca común (Alca torda) sí que puede volar.


HISTORIA

Es sorprendente ver cómo las alcas pasaron de ser extraordinariamente abundantes a la extinción en relativamente poco tiempo. Según relató Jacques Cartier, en 1534 sus hombres mataron más de un millar de pingüinos norteños durante un solo día, en un lugar de la costa del continente americano. Además agregó que dejaron vivos suficientes animales como para llenar cuarenta botes. Otro capitán informó que sus hombres mataron dos barcadas de alcas gigantes en media hora solo con sus manos. Aquí tenemos un resumen de su camino a la extinción:


El problema de muchos animales aislados de depredadores es su falta de adaptación a la hora de tener que afrontar encuentros con nuevos enemigos, como fue el caso del alca o el del dodo (Raphus cucullatus) . Su incapacidad para volar y lo apetitoso de sus huevos y carne las hicieron unas presas perfectas ya en la prehistoria, como demuestran varios yacimientos paleolíticos. Llegó al punto de que a finales del siglo XVI el alca gigante ya había desaparecido de la Europa continental y en América del Norte sólo abundaba al norte de Nueva York. La situación se agravaba ya que como también ocurrió con el dodo o con la Tortuga Gigante de la Isla Pinta o Solitario Jorge (Geochelone nigra abingdoni), los marineros paraban a menudo durante sus viajes para aprovisionarse de su carne y, sobre todo, de sus huevos. Los naturalistas del siglo XVIII sin embargo no le encontraban tan buen sabor.

Fue además en este siglo cuando Linneo nombró la especie, inicialmente como Alca impennis, (alca sin alas), concretamente en 1758. Aunque ya con poblaciones algo diezmadas, el alca gigante era un animal sumamente raro en Europa, incluso en islas del Mar del Norte donde un siglo antes abundaba. De hecho, en 1790 se capturó un ejemplar en Kiel, lo que causó gran extrañeza por ser el único visto en el Mar Báltico en años. Hacia 1800, la especie ya se había extinguido en Norteamérica y su distribución se reducía a Islandia.

Sorprendentemente, en algunas zonas más aisladas seguían siendo abundantes en aquellas fechas, como por ejemplo ocurría en algunos lugares de Islandia, como en la isla de Geirfuglasker. Pero todo cambió cuando durante las Guerras Napoleónicas dos barcos arribaron allí en 1808 y 1813 (ésta última vez en plena época de nidificación) y capturaron cientos de aves y huevos. Para colmo, un terremoto hizo desaparecer la isla de Geirfuglasker bajo las aguas en 1830. Como consecuencia las aves que quedaban emigraron a otros lugares de Islandia donde no se habían visto en años, aunque fueron cazadas igualmente. La Isla de Eldey, cerca de la desaparecida Geirfuglasker, se convirtió en el hogar de las últimas parejas supervivientes.

Aun así, la respuesta no fue la de proteger a estas aves, si no que al contrario, al convertirse en un ave rara, los coleccionistas europeos pagaban cantidades cada vez más desorbitadas por hacerse con una piel o un ejemplar disecado. Hasta tal punto, que en 1840, los marineros de la zona informaron de que la población había desaparecido después de varias expediciones furtivas. Realmente los negociantes sólo tenían que seguir los pocos ejemplares que quedaban en la isla de Eldey. De aquí salieron unas 20 aves en 1830 y otras 24 en 1831. En 1833 fueron recogidas 13 aves y un huevo; en 1834, 9 aves y 8 huevos. Después de una corta pausa, en 1840 fueron capturadas 4 aves más y 5 ó 6 huevos. Luego, los pescadores informaron que no había quedado ninguna. Poco tiempo después, en 1844, Carl Siemsen, de Reykjavík, persuadió al pescador Vilhjalmur Hakonársson para realizar una última expedición a la isla, pues había oído que en Dinamarca ofrecían 100 coronas por un solo pellejo de alca gigante que pudieran encontrar. Hakonársson desembarcó en Eldey el 2 de junio junto con otros tres hombres, y dos días más tarde consiguieron divisar entre las gaviotas una sola pareja de alcas en su nido. Las mataron y ya no se volvió a tener noticia de ningún otro ejemplar vivo.

Tras su extinción las pocas pieles que quedaron recogidas entre los últimos años de la especie (1832 - 1842) se hicieron tan valiosas que se pagaron cantidades extraordinarias por ellas. Por ejemplo, en los últimos años antes de la primera guerra mundial alcanzaron unos precios que oscilaban entre los 120.000 y 200.000 dólares; tras su compra incluso llegaron a tener un valor incalculable, ya que sus nuevos poseedores se negaban a desprenderse de estas posesiones de ningún modo.

El afán por estas pieles llegó a tal punto que los taxidermistas expertos comenzaron a falsificarlas. Como ejemplo tenemos el Museo de Darmstadt (Alemania), que se enorgulleció durante muchos años de la posesión de un alca gigante disecad, hasta que tras un examen exhaustivo se descubrió que eran plumas de algunas variedades pequeñas de alca, en modo alguno raras y reunidas para constituir el alca gigante. Sólo el cráneo era genuino, de un ejemplar de la isla de Funk.

Actualmente varios museos de Europa y Estados Unidos conservan plumas, huesos y huevos de alcas gigantes, especialmente de los años entre 1830 y 1831. El Museo Americano de Historia Natural de Nueva York es uno de los que cuentan con una piel auténtica.
Actualmente quedan unos 75 huevos, 24 esqueletos completos y 81 pieles. También hay miles de huesos sueltos que se han recogido desde su extinción de la isla de Funk, de ejemplares de miles de años o de unas pocas décadas.


CARACTERÍSTICAS

Se trata de un ave Charadriiforme de la familia Alcidae. De entre ellas, fue el más grande de los pingüinos que han existido hasta que el hombre lo exterminó. Estas aves medían aproximadamente un metro de altura. Machos y hembras eran similares en plumaje y tamaño.

Estos pingüinos no podían volar, ya que se habían adaptado a la vida terrestre y a nadar; aun así sus alas aunque débiles y pequeñas, fuera de toda proporción con respecto al cuerpo, parecían todavía alas de ave.

Su plumaje era negro en las alas, la espalda y cuello; su cabeza era pardo oscura. A los lados de la cabeza tenía dos manchas blancas (pen gwyn significa ´cabeza blanca´ en gaélico); el abdomen también era blanco. Sus patas eran oscuras y palmeadas, y el pico, usado para arponear peces bajo el agua, era muy robusto, razón por la cual los escandinavos la conocían como geirfugl o garefowl, que significa ´ave lanza´ en castellano.
Realmente durante la temporada de cría era cuando tenían el parche blanco del ojo más grande; tras la temporada de cría el parche se convertía en una banda blanca y en una línea de color gris que se extendía desde el ojo al oído.

Vivían entre 20 y 25 años

El pingüino gigante estaba perfectamente adaptado a la vida acuática. Nadaba en superficie, sosteniendo su cuello vertical y su cabeza por encima del agua. A la más mínima alarma, buceaba y se ponía a salvo con una huida rápida.

Su grito era una especie de graznido breve aunque sonoro.

En tierra, el alca gigante se mantenía muy derecho y tenía aspecto altivo, aunque sus andares fuesen pesados y torpes. Las patas se encontraban muy atrás en el cuerpo para proporcionarle más potencia en el nado.

MIGRACIÓN: En otoño, nadaba hacia el sur, y volvía hacia el norte en la primavera. Durante el invierno, frecuentaba las costas europeas, descendiendo hasta España.

ALIMENTACIÓN: Los jóvenes se alimentaban de plancton y posiblemente al principio de pescado regurgitado por sus padres. Los adultos se alimentaban principalmente de pescados de entre 12 y 20 cm.

REPRODUCCIÓN: Se sabe que criaban solo en islas rocosas aisladas probablemente debido a su temprana extinción en zonas más accesibles a las personas.
Para criar formaban parejas que incubaban un único huevo extraordinariamente grande sobre los acantilados o las playas durante la época de reproducción. Estos huevos eran bellamente coloreados y moteados, y los ponían entre finales de mayo y principios de junio.
Ambos padres construían el nido en montículos realizados en parte con guano, aunque parece ser que en ocasiones los ponían en suelo desnudo; las colonias de alcas ponían los huevos muy próximos unos de otros.
Los huevos tenían una media de 12,4 cm de longitud y 7,6 cm de ancho en su punto más ancho. Eran de color blanco amarillento a ocre con un dibujo variable entre el negro, marrón o gris y líneas de puntos que a menudo se congregaban en una zona.
La pareja incubaba el huevo durante seis semanas hasta su eclosión. Tras su eclosión se turnaban para alimentarlo. Los polluelos estaban cubiertos de plumón gris al principio.
En dos o tres semanas tras su nacimiento abandonaban el nido para empezar a entrar en el agua.

DEPREDADORES: Los pocos depredadores naturales eran mamíferos marinos y aves de presa, no teniendo miedo a las personas, de lo cual se aprovechaban para atraparlas.


HÁBITAT Y ÁREA DE DISTRIBUCIÓN

Esta especie se encontraba difundida en la época romana a lo largo de las costas del Océano Atlántico, desde Florida a Groenlandia, Islandia, Escandinavia, Islas Británicas, Europa Occidental y Marruecos, viéndose también en todo el Mar Báltico y más raramente al oeste del Mar Mediterráneo. Más tarde fueron quedando restringidas a zonas cada vez más inaccesibles incluso en barco, hasta su completa extinción.


AMENAZAS

Fueron conducidos a la extinción por la caza para obtener sus plumas, carne y grasa, aunque los detalles no se conocen muy bien. Cuando se fueron haciendo más escasos, la captura de ejemplares por coleccionistas y museos seguramente le acercó más rápidamente a la extinción.


TAXONOMÍA

Reino: ANIMALIA

Filo: CHORDATA

Clase: AVES

Orden: CHARADRIIFORMES

Familia: ALCIDAE

Nombre científico del alca gigante: Pinguinus impennis

Autor de la especie: (Linnaeus, 1758)

Nombre común: Inglés: Great Auk

leon marino japones

imagen de León marino japonés (Zalophus japonicus)   Animales Extintos
león marino japonés (Zalophus japonicus) está extinguido ya que no se han visto ejemplares confirmados desde 1951, pese a los rastreos en su antiguo territorio.


HISTORIA

Aunque ya se conoce su uso por parte del hombre anteriormente, fue en los últimos años de su existencia cuando las capturas de miles de ejemplares acabaron con ellos. De hecho se estima que a mediados del siglo XIX había entre 30.000 y 50.000 ejemplares. Sin embargo, en la última estima de abundancia se calcularon 100 ejemplares para la Isla de Takeshina, y un total de 300 ejemplares para los años 50, cuando se tiene el último avistamiento de un grupo. Hay que tener en cuenta que esto no es una contradicción, ya que siempre se deja un tiempo de rigor entre el último avistamiento de una especie y su clasificación como extinto, ya que puede ser que queden tan pocos que las personas no los vean, pero sigan en lugares recónditos para nosotros .

Para poner más datos, según registros de pescadores comerciales japoneses, entre finales del siglo XIX y principios del XX se cazaron unos 3.200 leones marinos japoneses. Además, la sobrepesca en su hábitat causó la muerte de 300 de ellos tan solo en 1915 y de unas decenas en los años 30.

Además, en la Segunda Guerra Mundial (1939 a 1945) se deterioró mucho su hábitat, algo que también contribuyó a su desaparición. También corre el rumor de que los soldados de Corea utilizaban a los leones marinos en las prácticas de tiro (Van den Hoek Ostende, 1999).

Se llegó a tal punto que según la prensa coreana, se dejó de cazar a estos leones marinos en los años 40, cuando prácticamente se habían extinguido, y seguramente les costara muchísimos encontrarlos debido a su escasez.

Que se sepa, la última colonia de leones marinos, de entre 50 y 60 ejemplares, fue avistada por la guardia costera de Corea en Takeshima en 1951. Después se han registrado avistamientos no confirmados, los últimos en 1974 y 1975, tal vez debido a confusiones con ejemplares de leones marinos californianos escapados o abandonados, lo cual no se puede descartar.


Por último decir que no fue cambiado de amenazado a extinguido hasta los años 90, unos 40 años después de su último avistamiento fiable, ya que siempre hay que dejar un tiempo por si aparece algún ejemplar.


CARACTERÍSTICAS LEONES MARINOS JAPONESES

Los machos pesaban entre 450 y 650 kg., y medían de longitud entre 2,3 y 2,5 metros. Eran por tanto, más grandes que los leones marinos de California. Las hembras eran significativamente más pequeñas, midiendo aproximadamente 1,64 m de largo. Del resto de su fisonomía se tienen muy pocos datos, aunque se cree que eran muy similares a los leones marinos de California.

El color también difería, ya que mientras los machos eran de color más oscuro, o casi negro, las hembras eran más claras. (Tal vez por ello se les llamaba comúnmente leones de mar negros). Según un texto de mediados del siglo XIX, las hembras eran de color paja con la garganta y pecho más oscuros.

Se alimentaban de pescado y moluscos seguramente, aunque no se sabe exactamente qué especies.

Les gustaba descansar en cuevas

Normalmente vivían y criaban en las playas de arena, aunque en ocasiones se les encontraba en zonas rocosas. Era raro encontrarlos a más de 16 km del mar


CARACTERÍSTICAS GENERALES DE LOS LEONES MARINOS

Aunque no se tienen datos concretos de los leones marinos japoneses, hay datos de otros leones marinos que nos podrían dar una idea de cuál era su forma de vida. Algunos datos son:

-SON OTÁRIDOS: Los pinnípedos son mamíferos carnívoros que junto con los cetáceos y los sirenios, son los únicos mamíferos adaptados a la vida acuática. Son de cuerpo alargado, patas cortas, manos y pies palmeados en forma de aleta. Dentro de los pinnípedos están los Otáridos, a los que pertenecen los leones marinos.
1.Los otáridos se diferencian de los fócidos (focas) por tener orejas visibles y por su facilidad para caminar sobre la tierra, ya que las extremidades posteriores están dirigidas hacia adelante y son funcionales en el desplazamiento terrestre, aunque están mejor adaptados nadar.
2.Los machos son grandes y tienen el pelo de la cabeza largo mientras que las hembras a simple vista se asemejan a las focas. El nombre león marino viene precisamente por el pelo en la cabeza de los machos que tiene el aspecto de una melena que recuerda a la de los leones macho.

-Los leones marinos californianos tienen normalmente una sola cría, a la que cuidan entre 6 y 12 meses.

-Las hembras y los machos en los californianos alcanzan la madurez a la misma edad, de los 4 a los 5 años, y se les estima una longevidad de unos 17 años.

-Son muy sociables y se les encuentra en grupos

-Los machos son territoriales y tienen harenes de hembras

-Su dieta es escasamente conocida. Es probablemente un animal de alimentación oportunista, que toma lo disponible, ya sean peces o cefalópodos. Su alimentación se realiza tanto de día como de noche.


HÁBITAT Y ÁREA DE DISTRIBUCIÓN

Habitaban el Mar del Japón, que es un brazo del océano Pacífico que se extiende entre el archipiélago japonés, al este, y el continente asiático, al oeste. Se les podía ver sobretodo en las zonas costeras del Archipiélago Japonés y en la península de Corea.


AMENAZAS

Se han encontrado zonas con grandes cantidades de huesos de leones marinos que datan del periodo Jomon, el cual comenzó hace 12.000 años, por lo que se considera que en aquel entonces ya se aprovechaba a estos animales. De mucho tiempo después data una enciclopedia (siglo XVIII), donde Wakan Sansai Zue explica que la carne de estos leones marinos no es sabrosa y que sólo sirven para extraer aceite para las lámparas de aceite.

Se sabe que se les cazaba para extraer el aceite de la grasa de su piel, y que además sus órganos internos eran utilizados para hacer caros medicamentos de la medicina oriental; los bigotes y la piel se utilizaban para hacer limpiadores de pipa y artículos de cuero, respectivamente.
Ya alrededor del siglo XX también se les capturaba para su uso en circos.

Pese a todo, parece ser que la principal causa de su extinción es la excesiva caza de estos ejemplares por parte de los pescadores, para los usos ya mencionados o para otros usos.


MEDIDAS DE CONSERVACIÓN

El Ministerio de Medio Ambiente de Corea del Sur inició trabajos de búsqueda y reintroducción de ejemplares en el Mar de Japón, siendo el Instituto Nacional de Investigación Ambiental de Corea el encargado de realizar investigaciones de factibilidad para este proyecto. En 2007, se anunció un proyecto de investigación conjunta entre Corea del Norte, Corea del Sur, Rusia y China. Como consecuencia, se buscaron en las aguas de China y Rusia poblaciones supervivientes de estos leones marinos, con la esperanza de volver a introducirlos en su hábitat natural. Pero por el simbolismo, el interés nacional, el restablecimiento del equilibrio ecológico, el ecoturismo, y posiblemente por remordimientos de lo que se hizo en el pasado próximo, de no encontrarse ejemplares, el gobierno de Corea del Sur tiene pensado trasladar leones marinos de Califormia de los Estados Unidos.


CLASIFICACIÓN

Aunque en 2003 se le llegó a considerar una subespecie del león marino de California (Zalophus californianu) y por tanto lo denominaron (Zalophus californianu japonicus), al final pasó a clasificarse como una especie distinta, ya que parece ser que la distancia entre sus hábitats y las diferencias de comportamiento entre otras cosas les han llevado con el tiempo a ser diferentes especies; se ha separado por tanto al león marino japonés, al de California y al león marino de las Galápagos (Zalophus wollebaeki) en especies distintas; cabe mencionar que estas dos últimas especies están en peligro de extinción.
La diferencia la han confirmado con estudios genéticos, aunque pese a todos los argumentos sigue la controversia, ya que algunos taxonomistas siguen considerándolo como una subespecie. Nosotros nos quedaremos con la clasificación que da la IUCN (www.iucnredlist.org)


TAXONOMÍA

Reino: ANIMALIA

Filo: CHORDATA

Clase: MAMMALIA

Orden: CARNIVORA

Familia: OTARIIDAE

Nombre científico del león marino de Japón: Zalophus japonicus

Autor de la especie: (Peters, 1866)

Nombre común: Inglés: Japanese Sea Lion


Fuente: IUCN; Petermaas Web Extinction; Damisela web por Mª Carmen Soria (Licenciada en Ciencias Ambientales)

celacanto ex extinto


EL CELACANTO AUTENTICO DINOSAURIO QUE SE CREIA EXTINGUIDO,CON CUATROCIENTOS  MILLONES DE AÑOS DE ANTIGUEDAD SON LOS PECES MAS CERCANOS A LOS VERTEBRADOS TERRRESTRES.
CELACANTO 
Los celacantimorfos (Coelacanthimorpha) o celacantos son peces de aletas lobuladas (Sarcopterigios) que se creían extintos desde el período Cretácico hasta que, en 1938, un ejemplar vivo fue capturado en la costa oriental de Sudáfrica. Y otra especie que se localizó en Célebes (Indonesia) en 1998.
Junto con los peces pulmonados, son los seres vivos más cercanos de los vertebrados terrestres. Aparecieron en el período Devónico (hace 400 millones de años), aunque la mayor cantidad de restos fosilizados pertenecen al período Carbonífero (hace 350 millones de años).

CELACANTO


El 22 de diciembre de 1938 se descubrió el primer ejemplar contemporáneo de este grupo fósil, 80 millones de años después del último registro fósil en que aparecían ejemplares de este grupo. Fue capturado por pescadores a unos 60 metros de profundidad ante la desembocadura del río Chalumna, en el Sur de África. Medía 1,5 metros de longitud y pesaba unos 50 kg. Fue desembarcado en el puerto de East London, en la República de Sudáfrica.

SMITH-CELACANTO

El ejemplar fue analizado por J. L. B. Smith, de la Rhodes University de Grahamstown (Sudáfrica), que concluyó que se trataba de un ejemplar perteneciente al grupo de los celacantos. Lo llamó Latimeria chalumnae, haciendo referencia al río Chalumna, y referenciando en el nombre genérico a la conservadora del museo de East London, Marjorie Courtenay-Latimer, que le envió el ejemplar junto a una serie de dibujos al darse cuenta de la rareza del animal. Los dibujos se convirtieron en algo fundamental, al conservarse únicamente el esqueleto al llegar a manos de Smith.

CELACANTO

Smith puso carteles en varios idiomas por las costas del Sudeste africano para intentar conseguir otros ejemplares. En 1952, un capitán mercante obtuvo un ejemplar capturado por un pescador en las islas Comores, situadas en el Océano Índico, entre Madagascar y Mozambique. Estas quedan a 2500 km de Sudáfrica, y no había vuelos regulares. Smith se desplazó hasta allí con un avión de la fuerza aérea sudafricana, tras convencer de la importancia científica del hecho al primer ministro de Sudáfrica. Gracias a esta rapidez en el transporte, en este segundo ejemplar ya se pudo realizar un análisis interno.
En 1987 se tomaron las primeras imágenes submarinas del Celacanto en su medio natural, mediante un sumergible. Fue realizada por M. N. Brenton (del instituto J. L. B. Smith de ictiología) y Hans Fricke, y patrocinada por la National Geographic Society, y por la revista alemana Geo.
En 1998 Mark V. Erdmann, biólogo de la Universidad de Berkeley encontró Celacantos en las Islas Célebes a casi 10.000 kilómetros de distancia de las Islas Comores. Esto demostró que la región donde habitan es muy amplia. Tras este descubrimiento, se han descubierto otras poblaciones a lo largo del Océano Índico y mares interiores.

En la actualidad, se han capturado numerosos ejemplares en las zonas próximas a las dos islas del archipiélago de las Comores, así como en las Célebes (Indonesia), Kenya, Tanzania, Mozambique, Madagascar, Islas Célebes y en el St. Lucia Wetland Park (Sudáfrica). Incluso se han citado casos de ejemplares diferentes, algunos con bioluminiscencia. El problema del estudio de estos ejemplares estaba en que reventaban a menudo debido a las diferencias de presión, y las muestras eran muy defectuosas.
 CELACANTO

En la actualidad se han identificado dos especies, la descubierta en 1938: el celacanto de las Comores Latimeria chalumnae; y la de 1998: el celacanto indonesio Latimeria menadoensis, son poblaciones consideradas muy vulnerables. A pesar de ser parientes de los antiguos celacantos, tienen un modo de vida muy diferente a estos, y se han adaptado a vivir a grandes profundidades en nichos ecológicos que les han dado una oportunidad frente a los modernos Teleósteos.

Coelacanthimorpha

Pueden alcanzar el metro y medio de longitud y pesar más de 68 kg, con coloraciones variables entre parduzco (el asiático) y azul intenso (el africano). A diferencia de la mayoría de los peces óseos, tiene aletas lobuladas carnosas recubiertas de escamas en la base de las aletas pares. Las dos especies supervivientes son marinas, y viven cada una en aguas profundas de Indonesia e Islas Comores.

PATA DE CELACANTO

CELACANTO

 Son peces depredadores. Durante el día habitan en cuevas situadas en zonas profundas (de 150 a 300 m), subiendo por las noches a la superficie, donde se alimentan de peces de arrecife.
No se conoce con exactitud su comportamiento reproductivo. Se cree que la madurez sexual no ocurre antes de los 20 años. La forma de reproducción es ovovivípara, con fecundación interna, y huevos que llegan a medir 10 cm de largo y pesar hasta 300 g. El período de gestación es de alrededor de 13 meses tras el cual la hembra da a luz entre 5 y 25 crías bastante desarrolladas, capaces de sobrevivir, sobre las cuales no se realiza ningún tipo de cuidado parental.

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